viernes, 9 de marzo de 2012

Saga Bob Dylan: I. El episodio Witmark-Grossman (1962-1964)

Es una pena que el primer volumen de Crónicas, la autobiografía de Bob Dylan publicada en la Argentina a mediados de 2004, finalice con un ligero comentario sobre lo que podríamos llamar “el episodio Witmark-Grossman” del año 1962; episodio ocurrido unos meses después del arribo de Bob Dylan a Nueva York y luego de la composición de “Blowin´ in the wind”, dos de los momentos más importantes en su carrera. Dylan escribe en Crónicas: “Grossman me colocó en Witmark Music, una editorial de la vieja escuela: algo así como la versión moderna de Tin Pan Alley, que había publicado las partituras de los temas clásicos ´When Irish Eyes Smiling´ y ´Jeeper Creepers´, entre muchos otros. Mi destino no se iba a manifestar aquí en Leeds Music, pero eso no había modo de saberlo en aquellos momentos mientras escuchábamos mis primeras grabaciones en un magnetófono”.

Vayamos por el principio: el nacimiento del Tin Pan Alley suele fecharse alrededor de 1880, en Nueva York, y se denominaba así a la zona poblada de productores y escritores de canciones que alcanzó su apogeo alrededor de 1930 y hasta principios de 1950, época donde los letristas concebían canciones a raudales. Las empresas y compañías tenían su epicentro en los alrededores del edificio Brill Building, kilómetro 0 de la producción musical de aquellos años, y eran una de las razones de la gran concentración de músicos en el corazón de Nueva York. En Biograph, el disco recopilatorio de 1985, Dylan escribe en las liner notes: “El Tin Pan Alley se acabó. Yo le puse fin. Ahora la gente puede grabar sus propias canciones”. De alguna manera, tenía razón, él componía y cantaba sus propias composiciones.

The Bootleg Series Vol. 9 The Witmark Demos: 1962-1964
Sin embargo, Albert Grossman (también representante del trío folk Peter, Paul & Mary), su manager por aquel entonces, no veía con malos ojos que Bob Dylan compusiera para otros. Iba a ser todo un ejemplo lo que sucedió el 30 de julio de 1962 cuando “Blowin´in the wind” fue registrada en Witmark & Sons, pero eso lo veremos más abajo. Dylan había firmado un contrato con Columbia Records en octubre de 1961, gracias a John Hammond, un alto ejecutivo de la discográfica que se encargaba de los nuevos talentos, y había visto en Dylan una promesa luego de que al cantante lo rechazaran de varios sellos, entre ellos Elektra, Folkways Records y Vanguard Records. El mismo Hammond fue el que consiguió que, días después, Dylan también firmara un contrato con Duchess Music, una compañía que se utilizaba para registrar canciones.

En Down The Highway. The life of Bob Dylan, el periodista Howard Sounes sostiene: “La compañía Witmark & Sons otorgó a Grossman  unos cien mil dólares para fichar letristas en nombre de la compañía y tomó la decisión de destinar parte de esa cantidad para sacar a Dylan de Duchess Music y llevárselo a Witmark”. Grossman trató  de convencer por todos los medios a Dylan de que firmara con la nueva empresa, pero de todo aquel dinero que recibió el manager sólo el 1% le otorgó a su representado. Así lo detalla Sounes en una escena del juicio que Dylan mantuvo contra su representante en 1984: “Bob afirmó que no había tenido conocimiento de que le hubieran dado cien mil dólares a Grossman como anticipo por firmar con Witmark & Sons. Los abogados de Bob declararon que Grossman había actuado ´deliberadamente´ y ´con malevolencia´ al ocultar información de vital importancia”. 

Para Grossman representaría otro ingreso de los tantos que obtendría en el futuro. Era un ventajero, pero también un visionario: Logró que Dylan se desvinculara de Duchess y firmara con Witmark “prácticamente por nada”. Dylan comenzó a visitar las instalaciones de la empresa, donde grabó maquetas de algunas de sus canciones (las mismas que aparecerían en el número 9 de la serie de bootleg bajo el nombre de The Witmark Demos 1962-1964). Las malas lenguas dicen que los escritores que trabajan allí no soportaban la voz de Dylan, y lo obligaban a cerrar las puertas del estudio donde grababa. “Blowin´ in the wind” se registró en Witmark, el 30 de julio de 1962.

Bob Dylan en 1962
Ese mismo día, Grossman firmó un contrato secreto con Witmark Sons (eso diría Dylan el 15 de octubre de 1984, en el juicio) en el que se estipulaba que recibiría el cincuenta por ciento de “los beneficios de publicaciones que la compañía obtuviese de cualquier letrista que él hubiese contratado para la empresa”. ¿Se entiende? Grossman se iba a convertir en millonario en un abrir y cerrar de ojos con su operación, ya que si algún otro artista que representara, lograba conseguir algún triunfo comercial con un tema compuesto por Bob, Grossman ganaría más que el triple. Lo consiguió cuando, por aquel entonces, Peter, Paul & Mary alcanzaron el número 1 en las listas de los Estados Unidos con “Blowin´ in the wind”. En el juicio que se celebró en octubre de 1984, Dylan esgrimió: “Bueno, creo que nunca he llegado a conocer al hombre, al Sr. Grossman”. Finalmente, el juicio terminó en noviembre de 1987. Dylan pagó dos millones de dólares a Sally Grossman (la esposa de Albert, que había muerto en enero de 1986, a causa de un infarto), pero el juicio había continuado. Con el pago de esa suma, Dylan se transformaba en el dueño absoluto de los derechos de sus canciones.

El testimonio musical de toda esta zona en la vida del artista, quedó registrada en The Bootleg Series Vol. 9: The Witmark Demos 1962-1964. A todo esto, la vida sentimental de Bob Dylan se desmoronaba. Había conocido a Suze Rotolo, una activista por los derechos civiles, a comienzos de la década del 60. Pero ése ya es otro tema que veremos en el segundo capitulo de la saga Dylan, llamado “Suze Rotolo y las primeras canciones de amor de Bob Dylan”.

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